Reseña: Celso Duarte

Reseña: Celso Duarte

04 junio 2015

Celso Duarte es un visitante frecuente del Foro del Tejedor y no es ninguna coincidencia que un grupo entusiasta de personas llene cada vez sus paredes con voces que corean las canciones y pies que no dejan de moverse.

Adentrarte en un concierto de Celso Duarte es entrar a un mundo donde la alegría y el ritmo mueven cada fibra del público. El arpista paraguayo demuestra su técnica magistral, que lo hace ser considerado uno de los mejores del mundo, sin dejar atrás al resto del ensamble. Juntos construyen una dinámica que no sólo es placentera de escuchar sino también de ver. La danza de tarima acompaña momentos claves con su vistosidad y sonido y las sonrisas son el denominador común que presenta el escenario. De igual forma, el gran carisma de Celso se transmite al público que, para la segunda canción, ya está totalmente compenetrado con el ensamble.

A lo largo de esta velada escuchamos canciones como la Bruja y Cascabel, Iguana, Cascada, en la que Celso hace gala más que en ninguna otra de su impresionante destreza en el harpa.

Este ensamble está formado por músicos reputados dentro de los círculos tradicionales, clásicos y del jazz, por lo que sus influencias permean el sustrato que sostiene toda su música, el folklore latinoamericano. En la guitarra además lo acompañó su hermano Juan Duarte. Celso recorre un amplio y variado repertorio de canciones tradicionales de Latinoamérica, enfocándose especialmente en los sones mexicanos. La improvisación musical no se hace esperar, mostrando la química perfecta que los músicos tienen.

Todo lo anterior se enfatiza por la acústica del Foro del Tejedor que hace que la música se sienta especialmente cercana y garantiza la vista cabal del escenario y lo que ahí sucede.

Sin duda asistir a un concierto de Celso Duarte y ensamble es una experiencia musical muy rica y recomendable.